sábado, 24 de marzo de 2012

CAPÍTULO 8


Al cabo de dos minutos llegamos al punto en el que habíamos quedado con Mark. Bajo una farola con poca iluminación, se encontraba puntual, un hombre sonriente. Al vernos, o mejor dicho al ver a mamá, su sonrisa aumentó.
La estrechó entre sus brazos y luego , cordialmente, me dio dos besos.
Mi primera impresión de él fue buena. A pesar de que las ganas de conocerle iban desapareciendo a cada segundo. Era alto, metro ochenta, castaño, bastante morenito y tenía los ojos claros.
Mientras caminábamos por el paseo Mark nos contaba anécdotas, experiencias y mil cosas más. Era un hombre inteligente, vividor, y se veía seguro consigo mismo , y eso ,era bueno para mamá. Tendría unos cuarenta y tantos…
Nos llevó a una pizzería típica de Australia, ‘’Hell pizza’’. Y allí comenzaron a conversas animadamente, participando ambos en la conversación, riendo, corrigiéndose…yo apenas hablaba, apenas existía, lo único que me apetecía era dejarlos solos con su complicidad y llamar a una amiga, a alguien.
Cat- Mamá…Voy al baño-
Bah, ni siquiera me escuchaban. Me acerqué a la barra y con un perfecto inglés pedí las llaves del servicio.
Listen to me, there’s only one thing you cannot see every time you talk… Era el nuevo tono de
llamada de mi BB, Stop the clocks. Alguien me llamaba.

Cat- ¿Si?
X- Catri, ¿Dónde estás?, tengo ganas de verte.
Cat- Will!, yo también, hoy necesito a alguien…
Will- ¿Pasa algo? ¿Estás bien?
Cat- Sí, no pasa nada, estoy en un restaurante con mamá y Mark, ven a recogerme.
Will- ¿Mark? ¿Quién es? ¿Un chico?
Cat- Si, es un chico,pero el problema es que es el chico de mamá.
W- Ah… vale, paso a por ti.
Cat- Estoy en Hell pizza, no tardes, Te quiero.- Colgué sin dejarle tiempo a responder. Y caminé de nuevo esquivando mesas y gente hasta que llegué a mi mesa. Intenté no hacer ruido al retirar la silla para sentarme, pero me fue imposible.
Cat- Perdonad si interrumpo algo…
Mark- No interrumpes nada Catrina.
Cat- Puedes llamarme Catri, es más informal y me gusta más.
Mark- Como quieras Catri…-Dijo sonriendo.
Le devolví la sonrisa.
Intentaba caerme bien, lo sabía desde el primer momento que lo ví. Miré a mamá, sonreía.
Cat- Por cierto mamá va a venir Will a por mi, vamos a ir a dar un paseo…
Salí a la puerta justo en el momento en el que Will entraba.

W- ¿Quieres que vayamos a la playa?

Cat- Que remedio.. No hay otro lugar.

W- Podríamos ir a tu habitación.

Cat- Ya…-dije riéndome, sin tomarle en serio.

W- ¿Crees que va en broma?- dijo mirándome.
Aquella situación me comenzó a inquietar. Esa conversación y esa situación. ¿Qué me estaba sugiriendo? Si yo era una cría, madre mía, estaba de vacaciones para pasarlo bien y lo único que hacía era darle vueltas a la cabeza, y más por él que por otra cosa.
Pero sin embargo le miraba y uf…. Es como si el mundo desapareciera.
Cat- ¿Quieres ir?- contesté finalmente, con tono comprensivo.
W- Jajajaja- Will se empezó a reir-Que tonta, te has puesto nerviosita eh…- me dijo estrujándome una mejilla.
Cat- Ai, eres idiota.
W- Pero ahora enserio Catri, ¿quieres que hablemos del tema?
Cat-La verdad es que no…
No me apetecía para nada hablar del tema con él, ya me costaba hacerlo con mis amigas…
Will paró de andar un instante. Me paré a ver qué pasaba, no sabía porque se había parado en seco. Entonces lo miré a los ojos, y ahí estaba él. Mi Will, dulce, comprensivo, sonriéndome.
W-Ven aquí anda.
Me acerqué. Seguía sonriendo  me estrecho entre sus brazos…Me apretó con mucha fuerza y yo hice lo mismo, nos fundimos en uno, fue un abrazo de comprensividad, de decir, aquí estoy yo para protegerte, no te preocupes… fue un abrazo que nunca olvidaré.
Luego empezamos a caminar uno apoyado en el otro, abrazándonos, y sin un rumbo fijo, el destino nos llevó a mi hotel.
Eran más de las doce y estaba casi desierto. La gente a esa hora dormía o paseaba por la playa o estaba en el bar del hotel. Nosotros nos dirigimos a la piscina.
W- Nunca me había fijado, pero este hotel es inmenso.
Cat-Bueno…tiene la ventaja de tener tres piscinas, una más expuesta y luego ésta, que es más escondida, es más intima, no sé, está bien.
W-Está perfecta-dijo acercándose por la espalda y rodeándome con sus brazos por la cintura.
Me arrastró hasta el filo de la piscina dónde nos sentamos. Apoyé mi cabeza en su hombro, me besó la mejilla y decidimos sumergirnos juntos en el agua.
Will me ahogó y con ello hizo que saliera mi punto de mal humor, mi pelo, el maquillaje, odiaba esa espontaneidad suya, me acerqué a las escaleras para salirme, es más me había metido hasta con el vestido,  pero Will una vez más me cogió por la cintura. Giré para pedirle que me soltara, no tenía ganas de estar en la piscina. Me giré y lo primero que vi fue su sonrisa, una sonrisa que ni yo ( o al menos eso creía) podía borrar, tomándoselo todo tan alegremente, me derretía.
Cat- Tonto..- le dije finalmente iniciando una guerra de agua. Luego le pedí que saliéramos, la piscina estaba cerrada y nos buscábamos un buen castigo estando allí a esas horas.
Fue la primera vez que me callaron con un beso.
Me arrastró hasta llegar debajo de un puente, de uno con cientos de inscripciones de fechas, de iniciales…
A pesar de estar mojado, Will conservaba el pelo de punta, sus ojos en la oscuridad seguían siendo increíbles y encima se había deshecho de su camiseta.
Me eché el pelo hacia un lado y me limpié un poco los ojos de pintura, mientras todo mi ser estaba hipnotizado en su mirada. Maldito brujo.
Confirmé lo que anteriormente le había escrito a Selena. Me encontraba a gusto con él. Era una especie de novio, pero aparte era un amigo, me escuchaba, me hablaba , me comprendía.
Aparté mi mirada para posarla en mi vestido, se me transparentaba la ropa interior, pero la verdad que no me importaba.
Rodeé su cuello con mis brazos, iniciamos un duelo de miradas, empezó a tontear con mi nariz, dándome besos de esquimal, de enanitos, refugiándose en mi cuello, abrazándome, me besó en la frente, y en ese instante sentí morir…de amor. Sentí que mi alma subió al cielo y que ya apenas era consciente de lo que hacia y dejaba de hacer.
Empecé a tener calor, mucha. Me acorraló contra una pared y no me dejaba escapar, tampoco quería. Nuestro besos cada vez eran más intensos, menos delicados.
Salimos del puente, yo seguía contra la pared, sus labios comenzaron a deslizarse por mi cuello, por mi hombro, la clavícula.
Me sumergí, cerré los ojos y cuando salí Will intentaba quitarse los pantalones, lo frené. Yo también me había deshecho de mi vestido, pero no quise seguir. Se me erizó la piel al contacto con la suya y todo terminó cuando noté que sus labios iban más abajo de mis hombros. Le aparté la cara con delicadeza y solo le abracé, en ese momento ya no quería nada más que eso. Un deseo me hacía aferrarme a él, cuerpo con cuerpo y piel con piel, como nunca antes había estado con nadie.
Podría haber llegado a más, pero no era  la situación, ni el lugar, ni siquiera era el momento, apenas conocía a Will. Me importaba de verdad y necesitaba conocerlo antes de lanzarme de cabeza al azul de sus ojos.

jueves, 22 de marzo de 2012

CAPÍTULO 7


Mamá estaba realmente preciosa, no era de llevar faldas, aunque le quedaban genial.
Le perfeccioné el peinado que yo misma le había hecho, el cabello suelto, un poco ondulado, natural. Con un pequeño recogido que le favorecía su rostro.
Cat- Terminé.
Mi madre se incorporó, se levantó, se tocó un poco el pelo, con un pequeño gesto casi inútil para perfeccionarse el peinado. Giró sobre sí misma. Se volvió a mirar. De perfil. Luego otra vez de frente.
En el espejo se veía el reflejo de una mujer hermosa, que aparentaba menos años de los que tenía, porque en el fondo tenía un espíritu de niña. La miraba y no podía dejar de hacerlo, llevaba sin verla tan guapa mucho tiempo.
Su mirada y la mía se encontraron en el espejo, y me sentí totalmente incómoda, me llevaba bien con mi madre, pero era algo, no sé, extraño.
Aparté mis ojos verdes de los profundos castaños de aquella mujer que lucía una falda alta acompañada de una camisa marrón chocolate que yo misma le había prestado.
Quería sentirse guapa, y especial para alguien .
Encontré mis ojos reflejados en el espejo, perdidos sin saber que mirar, hacia donde dirigirse o dónde posarse, perdida, confusa.
Exactamente el mismo sentimiento de hacía apenas dos años, un frío que me calaba los huesos y que me helaba la sangre. La misma noche que mi padre se fue, sin avisar, sin despedirse.
Maldito accidente, maldito borracho que se cruzó en el camino, y maldita la justicia que ni siquiera hizo que se cumpliera una condena por provocar una muerte. Dejé de sentir frío, en ese instante era más bien, odio, ¿rencor? No servía de nada, ya que nada volvería a ser como antes.
Abrí el armario para coger los zapatos y cerré la puerta despacio dejando tras ella mis sentimientos. Y lo hice por ella, por no arruinar una gran noche a la mujer que más quería, la que me dio la vida.
Mart- ¿Cómo me queda el colorete  Catri?
Cat- Mmmm, bueno te hace parecer más joven.
Mart- ¿Eso es todo?- dijo preocupada y a la vez concentrándose en mirar su silueta y buscarse algún que otro defecto más.
Cat- Mamá, estás estupenda. Pero con esto estarás mejor- Saqué mis manos, que antes estaban escondidas en mi espalda y en cada una de ellas dejé ver un bonito zapato, de tacón alto y  a juego con el bolso.
Una sonrisa iluminó el rostro de mamá, se sentía feliz, sé que se sentía bien, y que sentía que yo la apoyaba, y así era.
 Se calzó delicadamente, sin la ayuda de las manos, sus pies resbalaban elegantemente por el tacón. Se levantó, sus piernas se estilizaron, estiró la espalda y se giró hacia mi para darme la mano. Juntas salimos por la puerta del hotel, rectas, con la mirada al frente, sin perder la sonrisa y la complicidad.

jueves, 8 de marzo de 2012

CAPITULO 6


 Dedicado a tí mi niña :), un capítulo especial en el que van algunos que otros sentimientos, de amiga sobre todo, léelo bien y aseméjate a ello. Que te quiero mucho.
6.
Me desperté con una sonrisa en los labios, de éstas de enamorada que no puedes evitar. Nuestro día en Wet'n'Wild… sabía que ya era un recuerdo  de los que te marcan para siempre.  Decidí escribir una carta a Selena, mi mejor amiga. Telefonear era mucho más fácil y más rápido pero me apetecía escribir, escribir sobre Australia, Will, mi madre, su amigo… mis vacaciones, mi verano. Contarle todas las expectativas que tenía, mis propósitos, mis ideas. Simplemente tenía ganas de escribir, de desahogarme, de dejarme llevar por el papel y más tarde sonreír al leer todo lo que pasaba por mi cabeza en esta bonita época.
Mi amor. Taché. Selenaaaaaaaaaaaaaa. Volví a tachar. No se me ocurría un comienzo.
Hola Sel. Escribí finalmente.
Te escribo esta carta, que quizás no llegué a su destino, que quizás no me atreva a enviar, que quizás sea solo para desahogarme, pero te la escribo a ti, que eres mi confidente, mi amiga, mi cómplice de sonrisas, que eres tan….tú.
Estoy en mi cama, y no te haces una idea de las vistas que tengo desde aquí. Australia, que te voy a contar, lo que siempre hemos soñado, ese país tan exótico, tan…increíble.
Veo el mar, las gaviotas, la fina arena, la gente pasear, veo muchas cosas desde aquí y supongo que me quedan muchas más por ver. He conocido a Will, un chico de aquí. Es muy guapo, pero no voy a centrarme en describirte cada detalle de su cuerpo, cada lunar de su espalda ni cada gesto de su rostro, ni su sonrisa... Se y siento que me hace pasar los días muy agusto, me encuentro feliz con él y eso es lo que más necesito ahora.
Por cierto, te echo muchísimo de menos. Me gustaría saber cómo estás, como estáis todos, me gustaría tenerte aquí conmigo, para aconsejarme por las noches, para hacerme reír, para ayudarme a tomar el camino correcto, pero no estás y me tengo que conformar con esto.
La verdad es que no se mucho sobre Will, sé que hace surf, que tiene un hermano pequeño, sé cómo se comporta conmigo y supongo que con eso basta. Pero me gustaría saber más cosas sobre él, su familia, me gustaría conocerlo más, me gustaría pasar todo el tiempo con él, todo el tiempo del mundo, me gustaría, me gusta…muchísimo.
Me hace tantas promesas… las cumple todas. Es el chico de mis sueños, me encantaría que lo pudieras conocer, sé que te encantaría.
Quizás me ilusione demasiado pronto como lo solía hacer. Y bueno aquí estoy, se me ha escapado una lágrima, parece una tontería verdad, pero siempre me imaginé un viaje así contigo a mi lado. Espero que estés disfrutando muchísimo, mi pequeña, tanto al menos como yo, no me olvides, que unos  meses se pasan pronto. Y ahora que he aclarado un poco mis ideas, te doy las gracias por todo, y te prometo que voy a ir a por todas.
Respecto a mi madre, estoy mal Sel, no te voy a engañar. Dice que ha conocido a alguien especial y ya no sé qué pensar. Eres la única que sabe lo de mi padre, lo de… lo de mi familia, lo que pienso, cómo actúo, como decido y por qué lo hago todo como lo hago. Solo espero que todo con él vaya bien, que sea capaz de hacerla feliz tanto como se lo merece y que la quite de sus tristezas como intento hacerlo yo cada día.
Gracias de nuevo. Te quiero mucho, muchísimo, y más que eso.
Te adoro.

Disculpas

Hola chic@s, bueno escribo esta pequeña entrada para pediros disculpas, a los que sigais la historia, porque no hemos podido colgar capítulos a lo largo de esta semana y parte de la anterior. Estamos un poco liadas con los exámenes. Pero intentaremos colgar a partir de este finde. Muchas gracias :)

jueves, 1 de marzo de 2012

CAPITULO 5



Puedo decir que el día 29 fue un día memorable.
Un día de estos en el que cada pequeño detalle se te queda grabado.
Me levanté con Rihanna, quiero decir, escuchando su música. Tenía un mensaje de ''lo más tonto del mundo'' como le tenía puesto en mi agenda.
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Tonta:) Ponte un bikini, paso a las 11 a por ti. Y no te arregles mucho, que tú estás guapa de todos modos!! : p
PD_Es una sorpresa. <3
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Remoloneé un poco en la cama, me senté en el borde del colchón y me desperecé.
Ma- ¡Vaya pelos hija! ¿Qué has hecho esta noche? 
Cat- Mamá por Dios, si no haces la gracia al día no te quedas agusto ¿eh?
Ma-Jajajaja ¿Tienes planes para esta noche?
Cat- Oui madame.
Ma- Estás tú muy ennoviada.
Cat. Ouuuuuui
Ma-Catrina si una francesada más o no sales.
Ni una francesada más....¿Qué clase de palabra era francesada? Madre mía, esta mujer estaba cada día peor.
Cat-Voy a vestirme.
Entré al baño, me aseé, me arregé el pelo, me lavé los dientes y me puse un poco de gloss.
Escogí entre mis bikinis el más bonito. Era un culotte un poco más pequeño de lo normal, de color verde claro y la parte de arriba palabra de honor, sin hilos, y de un azulado verdoso con detalles de encaje en celeste. No sé a dónde me llevaría Will, y si acertaría con este bikini pero tampoco me importaba. Me puse unas bermudas y una básica.
Cat- ¡Mamá!-grité
Ma- Dime
Cat-Me voy ya, voy a pasar antes por el buffet para desayunar algo
Ma- Vale, yo iré más tarde. Pásalo bien.
Cat- Nos vemos jefa-le dije haciendo un gesto como el que los militares hacen a sus superiores.
Últimamente estaba muy tontita. Salí feliz a los jardines del hotel, a la piscina, me recorrí los pasillos. Todo aquello era ya una casa para mí.
Me encontré con Kate de camino al comedor.
Cat-¡Kate! ¿Qué haces en el hotel tan temprano?
K-Ah pues que a mi madre le toca hoy turno de mañana en el buffet y me he venido con ella para desayunar.
Cat-¡Qué bien! ¿Vamos ya a nuestra mesa? Me muero de hambre...
K- ¿La 13 no?
Cat- Claro, la de la piscina.
Hicimos un buen desayuno. Zumo natural, bacon, tostadas, churros....Recargué pilar y energía para todo el día porque la verdad es que me daba vergüenza comer delante de Will. Increible ¿verdad?
Cat- Estaba todo buenísimo, diselo de mi parte a tu madre, que es la mejor cocinera del hotel.
K-Se lo diré, por cierto hoy estoy aquí hasta las cuatro, así que ve planeando cositas-me dijo muy entusismada.
Me daba miedo cortarla en seco, así que pensé en llamar a Will y que por un día Kate nos acompañara a dónde quiera que fuesemos.
Cat- Un momento Kate, voy al baño.
La dejé en la 13, esperandome, feliz, con una sonrisa inocente que apenas aparentaba 18 años. Pero su mirada era de adulta. Era muy atractiva en el fondo. ¿Tendría novio?.
Llamé a Will.
Ca-Will, ¿te importa que venga Kate con nosotros?
W- Kate, Kate, Ah! claro, además viene Robert...podría hacer de niñera mientras nosotros....
Cat-¿Sí?
W-Claro, aunque quizás prefiera venir con Lowis...
Cat- Me he perdido... ¿Quién es?
W- ¡Lowis! ¿nunca te he hablado de él?. Es un compañero de surf, y el novio de Kate.
Cat-Ah! que callado se lo tenía.
W-Paso en media hora cari.
Volví a los jardines, Kate ya no tenía esa sonrisa inocente, si esa cara feliz.
K- Oye Catri, que al final me voy pronto, no me quedo, lo siento.
Cat- Vaya......¿Es que has quedado con Lowis?
K-¿Cómo lo sabes?
Cat- Osea que es verdad. Qué fuerte. 
K- Ay, Catri, lo siento, ya te lo presentaré y no dudes de que quedaremos los cuatro.
Cat- Vale. Me voy ya tontita, y dame un abrazo, ais.....- Nos dimos un abrazo amistoso, de los de verdad. Kate era mi amiga, mi mejor amiga de Australia. Era increíble.
Salí al paseo marítimo, Will venía con la moto, llevaba el casco puesto, entre sus piernas estaba Robertcon un caso de su tamaño. Los dos me sonrieron.
W-Vamos, toma tu casco.
Me tendió un casco rosa con mi nombre a un lado.
Cat-¿Will? ¿Y esto?
W-Creo que vamos a hacer más de un viaje en moto, y pensé que te haría falta.
Sonreí y le besé dulcemente.
- Me mimas demasiado- le dije.
Rob- Vamos ya que quiero ver el paaaaaaaaaaarque de atracciones ya.
W- Robert, era una sorpresa...-Will me lanzó una mirada de pena, por haber destrozado la sorpresa.
'No pasa nada' le respondí con otra mirada. Nuestro lenguaje.
Cat- Vamos- dije finalmente- Que no queremos que nos cierren.
Me puse el casco y me subí a la moto. Will conducía, en medio iba Rob gritando y pataleando loco de alegría y detrás iba yo, agarrando a Rob y éste a Will. Me sentía como la mamá de una familia.
Llegamos a Wet'n'Wild.
Rob- ¡¡¡¡Bien!!!! Will saca las entradas ¡¡Ya!!
W-Shhhh! No des voces Rob.
Cat- Déjale Will, está emocionado.
Tras sacar las entradas entramos al parque, lo primero que hicimos fue tomar un helado en un bar que había cerca de unas fuentes públicas, de esas en las que la gente se baña. En las que salen los chorros de agua hacia arriba y te ponen perdida cuando menos te lo esperas.
W- ¿De qué quieres el helado Catri?
Cat- Hmmm. Elígemelo tú.
W- Vale, tu de menta y yo de vainilla.
Cat- Yo quiero el de vainilla…
W- Solo queda uno.
Cat- Venga, si la menta te gusta. Además te voy a dejar probar un poco del mío.
Me tendió el helado de vainilla.Extendí el brazo para que me lo diese, y como no lo hacía opté por cogerlo yo. Will retiró su mano hacia atrás.
Cat-Will… Dame el helado.
W- Toma, cógelo.- me dijo sonriendo pícaramente, con esa sonrisa que volvía loca a cualquiera, esa sonrisa que te incita a jugar, la que te enamora.
Intenté coger el helado de nuevo y esta vez no lo retiró sino que lo lanzó hacia arriba. Arqueé las cejas.
W-¿No puedes?
Le cogí las manos,forcejeamos un poco. Él dio una vuelta sobre mí y acabamos pecho con espalda. Mi espalda apoyada en su pecho. Will me puso el helado en el escote.
Cat-Idiota…
W- ¿Qué?
Cogí el helado aprovechando un segundo de su distracción, me acerqué a la mesa y me senté con Rob.
Mi chico se quedó de pie unos instante, riendo, mirándome. Al final se quedó con el de menta.
Will me acercó su helado como diciéndome ¿quieres probar?, me acerqué y apenas pude morderlo cuando lo retiró de nuevo. Sin duda le encantaba cabrearme.
Cat-¿Ya empezamos?
....
Cat- ¿Quieres tu de este?
Se acercó lentamente con la boca entreabierta y los ojos cerrados. Rocé un poco el helado por sus labios y luego se lo restregué por la boca, las mejillas, estaba pegajoso, derretido.
Will se levantó, quizás cabreado. Se dirigía a los caños para lavarse. Me levanté yo también y lo alcancé. Me interpuse entre él y el chorro de agua.
Will y su orgullo.
Cat- Eh…¿No te habrás cabreado?
Me esquivaba la mirada, no solo eso, miraba al suelo, no me miraba.
Cat- Oye…
Seguía sin hablar, sin inmutarse, esperando a que me apartara del camino.
Cat- Will…
No hubo respuesta, así que decidí besarlo, lo intenté. Y digo lo intenté porque no llegué a conseguirlo, me giró la cara y supongo que ese fue el momento en el que me enfadé yo también.
Me giré para volver con Robert y justo cuando me iba a ir alguien tiró de mi mano izquierda, hizo que girara y sentí un beso, su beso. Uno de esos que solo Will sabía darme. Estaba claro, nuestras peleas eran sola la excusa para una reconciliación en toda regla, una reconciliación de enamorados. Y he de admitirlo, aquello me encantaba.
Pasamos un día estupendo. Con menos besos de los que ya estaba acostumbrada pero con más miradas, más sonrisas, más complicidad.
Ese día estuvimos más unidos de lo que habíamos estado hasta entonces. Comprendí que el amor no eran solo besos, o caricias, era mucho más que eso. Era compartir un día, dos, tres, de risas, de pasarlo bien, simplemente de su compañía.
Montamos en muchísimas atracciones, nos mojamos, jugamos con el agua, nos bañamos en muchísimas piscinas, vimos espectáculos e hicimos feliz al peque por un día sin dejar de serlo nosotros. Sí, como ya he dicho, el día 29 fue un día memorable.