sábado, 25 de febrero de 2012

CAPITULO 4



C- Hola mamá- le besé la mejilla.
Llegué justo a tiempo al buffet.
Ma- Vayas horas de llegar hija… ¿Qué tal la noche?
C- Pues bien aunque apenas he dormido, hemos estado hablando toda la noche…
Ma- Es normal. Ir a dormir a casa de una amiga es ir para no dormir.
C-Si, pero tampoco pasa nada. Estamos de vacaciones.
Mamá no continuó con la conversación, sabía que yo tenía razón. 
Escuché a mi madre dar un trago a su café.
C- Bueno ¿Y a ti que tal el día?
Ma- Pues bastante bien, por no decir perfecto.
C- ¡Anda! Así que has hecho amigas y todo…Y tú que no querías que me fuera… Te tendré que dejar más a menudo sola… ¿Y qué hicisteis?
Ma- Pues fuimos a pasear y hablamos mucho rato.
C- ¡Que guay! Y ¿Cómo se llaman?
Ma- Mark.
C- ¿Mark?
Ma- Si… no es una amiga, es un amigo.
C- Ah, claro…
Cogí mi tostada y comí, despacio, pero sin saborear nada, frustrada pero no triste, tal vez un poco deprimida. Hecha un lio… mi madre rehaciendo su vida, olvidando a mi…
Ma- Papá era un hombre fantástico ¿Te acuerdas?- empezó- trabajador, guapo, preocupado por su familia, que te quería con locura y al que yo quería y por supuesto quiero.
C-  Y si lo quieres ¿qué haces conociendo a otros?
Ma- Si lo quiero Catri, y cada vez que te veo, que veo tus ojos me acuerdo de él, eres prácticamente su viva imagen, os parecéis tanto…pero sabes lo que pasó ese día, sabes lo mal que lo pasé, lo que me costó pasar una noche entera sin llorar, lo que me costó superarlo… y aún no lo he olvidado, ni lo haré nunca. Pero él ya no está, creo que tengo derecho a rehacer mi vida… a ser feliz por completo.
C- ¿Me estás diciendo que conmigo no eres feliz?
Ma- Todo lo contrario, contigo claro que soy feliz. Pero pronto te irás a estudiar y… no me refiero a eso… me refiero a que quiero compartir mi vida con alguien, soy joven, y Mark podría ser ese alguien.
Me callé, mi madre había sufrido esto tanto como yo, y es cierto que ella no tuvo la culpa de que mi padre tuviera ese accidente, todo lo contrario… Y sí, tal vez era hora de que rehiciera su vida con alguien especial. Merecía ser feliz y si sola no podía pues con Mark… Me quería aferrar a esa idea.
C- Lo conoces de un día…
Ma- Aún quedan vacaciones.
Ahora solo podía sentir tristeza, ya tenía prácticamente olvidado el tema, aunque fuera algo continuo y presente en mi vida, en estos días apenas me había acordado de él, y es que cada vez que lo hacía me mataba por dentro.
Puedo decir lo dificilísimo que es adaptarse a un cambio así, a vivir sin una persona con la que llevas compartiendo tanto tiempo, con la que has superado tantas tristezas, fracasos, con la que has compartido tantas sonrisas, alegrías… Los primeros pasos, las primeras palabras, tu primera obra de teatro, el día de reyes,tantos y tantos consuelos. Sus manos, esas manos con las que secaba mis lágrimas después de cualquier pelea. La forma en la que me defendía, la forma en la que me regañaba…
C- Voy a la habitación- fue lo único que pude decir con media sonrisa en los labios y una lágrima en la  mejilla. Quizás no di la impresión que quería darle a mamá, quizás lo que dije y no dije fue duro, y no le mostré todo el apoyo necesario en ese momento aunque en realidad la comprendiera…
A los pocos minutos me acordé de Will, de lo bonito que me pintaba ese futuro no tan lejano, de los pocos y a la vez intensos momentos vividos, de que me estaba acostumbrando a él y de que no, no lo quería perder por nada del mundo. 
Pero un día tendría que volver a Mallorca y separarme de él, eso lo tenía claro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario